
Petróleos Mexicanos reservó por cinco años los detalles de 35 colocaciones de deuda bursátil y bancaria, que en conjunto suman 226 mil 231 millones de pesos, de acuerdo con una resolución de su Comité de Transparencia.
El documento fue firmado en abril pasado y dado a conocer por una colocación de deuda con Deutsche Bank por casi mil 500 millones de dólares.
La acción de confidencialidad limita a Pemex a publicar la información sobre las garantías de pago, participantes en la colocación de deuda, niveles de ingresos y gastos proyectados, riesgos y oportunidades de la empresa, así como plazos y tasas de interés conseguidas y negociadas con las instituciones financieras.
Esta acción ya limita al nuevo organismo Transparencia para el Pueblo de publicar los informes completos y los anexos de la deuda de Pemex de estos productos financieros pagaderos con dinero público, y se basa en el cambio de régimen de empresa “productiva” a “pública”.
Se trata en total de créditos en moneda nacional por 54 mil 236 millones de pesos y préstamos internacionales por 9 mil 52 millones de dólares estadounidenses, que al tipo de cambio de 19 pesos por billete verde suman 171 mil 995 millones de pesos.
Todo esto corresponde a la deuda financiera de Pemex, la cual supera 100 mil millones de dólares al primer trimestre de 2025, sin contar otros 20 mil millones de dólares pendientes por saldar a proveedores.
“La justificación es débil, al considerar que antes se hacían públicos los informes y los detalles de la deuda de Pemex y sus colocaciones. Es importante esa información porque, al final, los contribuyentes pagamos impuestos que sirven para que el gobierno y Pemex hagan frente a la deuda”, expuso Ana Lilia Moreno, coordinadora del programa de regulación en México Evalúa.
“Esto es de interés público, porque si las deudas crecen sin control, supervisión y observación, aumentará sin control el gasto no programable y, con esto, habrá menos recursos que destinar a donde realmente se requiere, como salud, educación, seguridad e infraestructura”.
Para Gonzalo Monroy, director general de la consultora GMEC, la dirección de Pemex trata de ocultar la información en México mediante los organismos de transparencia.