Julio César Chávez Jr., hijo del icónico campeón de boxeo mexicano, fue ingresado en la madrugada del 19 de agosto de 2025 al Centro Federal de Readaptación Social No. 11, un penal de máxima seguridad ubicado en Hermosillo, Sonora. Su traslado desde Estados Unidos marca el episodio más grave en una extensa cadena de controversias que han acompañado al excampeón en los últimos años.
El arresto de Chávez Jr. se registró el 3 de julio de 2025 en Studio City, California, por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). El boxeador conducía una camioneta Suburban cuando fue interceptado y esposado por las autoridades, quienes realizaron una inspección preventiva en busca de objetos ilegales.
La detención se debió a múltiples motivos: estancia irregular en Estados Unidos tras vencer su visa de turista B2, vigente hasta febrero de 2024; declaraciones falsas en su solicitud de residencia permanente, basada en su matrimonio con Frida Muñoz, ex pareja de Édgar Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán; y presuntos lazos con el Cártel de Sinaloa, catalogado como organización terrorista extranjera por el gobierno estadounidense. El Departamento de Seguridad Nacional lo calificó como una “grave amenaza para la seguridad pública” y aceleró su deportación.
Durante su detención en Estados Unidos, Chávez Jr. enfrentó una audiencia el 7 de julio para definir su situación migratoria y penal. Su defensa promovió diversos amparos en México para evitar su captura y buscar enfrentar el proceso en libertad. Sin embargo, la Fiscalía General de la República confirmó que desde marzo de 2023 existía una orden de arresto en México por delincuencia organizada y tráfico de armas, municiones y explosivos. El juez Rogelio Ayala Gutiérrez concedió una suspensión de plano para prevenir actos inhumanos durante su traslado, pero no impidió su detención una vez en territorio mexicano.
Julio César Chávez padre ha defendido públicamente la inocencia de su hijo, asegurando que no pertenece a ningún cártel ni comercializa armas. Nicole Chávez, hermana del boxeador, también expresó su respaldo, afirmando que él se encuentra tranquilo y confiado en que la justicia dictará una resolución justa.
La trayectoria de Chávez Jr. ha estado marcada por escándalos que lo alejaron del profesionalismo. En 2012 fue sancionado por conducir bajo los efectos del alcohol. En 2013 fue multado por consumo de marihuana con 900 mil dólares. En 2017, tras perder ante Canelo Álvarez, fue captado en estado de ebriedad con varias mujeres en un hotel. En 2021 fue suspendido por negarse a una prueba antidopaje. En 2024 fue arrestado por posesión ilegal de armas en Estados Unidos. En 2025 fue derrotado por el youtuber Jake Paul en Anaheim, días antes de su captura. Además, protagonizó escándalos familiares, acusando a su padre y esposa de intentar internarlo en anexos para aprovecharse de su dinero.
Ahora recluido en el penal de Hermosillo, Chávez Jr. enfrentará un proceso penal bajo jurisdicción federal. Las autoridades deberán presentarlo ante el juez que emitió la orden de arresto, determinar si enfrentará juicio por delincuencia organizada y tráfico de armas, y evaluar si se le concede prisión preventiva o sigue el proceso en libertad. La Fiscalía ha reforzado las medidas de seguridad alrededor del caso, dada la notoriedad del acusado y la gravedad de los cargos.
El ingreso de Julio César Chávez Jr. al sistema penitenciario mexicano representa el punto más crítico en una vida marcada por el contraste entre el legado deportivo y los escándalos personales. Mientras su defensa insiste en su inocencia, las autoridades mexicanas y estadounidenses lo vinculan con delitos de alto impacto. El proceso judicial que se avecina será determinante no solo para su futuro legal, sino para la reputación de una de las dinastías más emblemáticas del boxeo mexicano.
